Hay muchos interrogantes a los que dar respuesta en el Laguna Negra. El colegio más rentable de Antena 3 desde el Azcona de Compañeros vuelve a abrir sus puertas para sembrar nuevas incógnitas. “Vamos a ver muchas más escenas de acción”, adelanta Yon González, cuyo personaje, Iván, salva a María (Marta Torné) de las garras de su secuestrador. “Pero todavía no descubro que es mi madre”. Marcos (Martiño Rivas), por su parte, estará más cerca de Amelia (Marta Hazas). Elsa (Natalia Millán) se recuperará de su intento de suicidio y seguirá investigando su pasado familiar. Héctor (Luis Merlo) tratará de conquistar a María y la amistad entre Vicky (Elena Furiase) y Julia (Blanca Suárez) hará aguas. Además, descubriremos que Camilo (Pedro Civera) es, en realidad, la mano derecha de un misterioso sujeto que realiza experimentos científicos.
La peor cara del éxito
Con todos estos ingredientes, El internado pretende lograr una audiencia similar a la de sus dos primeras temporadas (3.718.000 espectadores de media y un 21,4% de share). Un fenómeno que ha cambiado por completo la vida de sus protagonistas. “Me he tenido que buscar otra casa porque descubrieron dónde vivía y no paraban de llamar al telefonillo ”, dice Yon. “Es difícil salir a la calle. El otro día me fui de una lencería porque los fans no me dejaban ni comprarme un sujetador, querían ver cuál cogía”, cuenta Ana de Armas.
Como una familia
Sin embargo, alguno de ellos, como Elena Furiase, disfruta con este huracán. “El pasado Festival de Málaga fue alucinante. Nunca había oído a tanta gente gritar mi nombre a la vez y me encantó”. Su compañero Martiño también lo lleva bien. “Cuando te ven casi cuatro millones de personas es imposible que no te paren por la calle, pero siempre se acercan con mucha amabilidad. Yo sigo haciendo mi vida normal y voy en metro y autobús a todas partes”. Como se han hecho muy amigos, sus escasos ratos de ocio los dedican a quedar en casa de alguno de ellos. “Me encanta ir a la de Yon porque hace comidas riquísimas y tiene una terraza preciosa para tomar el sol”, dice Ana. La cubana, además, se ha hecho inseparable de la hija de Lolita. “Su familia me ha acogido como a una más. Cuando llego, su madre siempre me da un abrazo. Son encantadores”. Estos chicos lo tienen todo. El éxito de la serie, que se emitirá en México y en Italia y cuyo formato han comprado Rusia y Francia, les está abriendo las puertas del cine. Martiño ha acabado Los girasoles ciegos, que se estrenará en septiembre. Yon y Ana empiezan en mayo a rodar Mentiras y gordas, de Alfonso Albacete y David Menkes. Y Elena coincidirá con su madre en un proyecto que todavía no se puede desvelar.
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