A estas alturas, los habitantes de la Laguna Negra ya son conscientes de que no están ahí por casualidad y que ahora es más importante sobrevivir en el presente que seguir investigando el pasado». Así resume Laura Belloso, productora ejecutiva de Globomedia, el espíritu de la cuarta temporada de «El internado», que se estrena hoy en A-3 tras su exitosa premier por varias ciudades. Una cuarta temporada, que, con 11 capítulos, será la más larga de la historia de la serie y que «tendrá un final con un espectacular descubrimiento». «La ficción ha alcanzado su madurez pero el gran reto sigue siendo sorprender y no dar respiro a los espectadores», señala Belloso.
Nuevos habitantes
A ello contribuirán tres nuevos personajes que llegarán al colegio. Martín (Ismael Martínez) será el nuevo profesor de ciencias, acompañado de su hijo Lucas (Javier Cidoucha), un niño con sueños premonitorios. Toni (Alejandro Casaseca) es el ex novio de María (Marta Torné) y padre biológico de Iván que vuelve a la vida de la limpiadora. Para sumirle un poco más en el desasosiego, Marcos (Martín Rivas) descubre que su madre está viva mientras que Jacinta (Amparo Baró) tendrá que enfrentarse a una acusación de asesinato. Por su parte, entre el atormentado Iván (Yon González) y Julia (Blanca Suárez) surgirá una peculiar historia de amor.
Tan peligrosa se está volviendo la vida el internado que los propios actores bromean con la continuidad de sus personajes. Este es el caso de Carolina, papel que interpreta Ana de Armas, que en esta temporada intentará reconquistar a Marcos pero se llevará una sorpresa: «Lo único que pido es que no me maten y que si lo hacen lo sea de una forma impactante». Los intérpretes van descubriendo las tramas a medida que les entregan los guiones y antes de recibirlos «nos inventamos historias rocambolescas pero nunca acertamos», asegura la actriz cubana.
Los responsables de Globomedia aseguran que la serie tiene un final claro «al que se llegará más rápido o más despacio» y prometen una quinta temporada porque «todavía tenemos mucho que contar», asegura Belloso.
Nuevos habitantes
A ello contribuirán tres nuevos personajes que llegarán al colegio. Martín (Ismael Martínez) será el nuevo profesor de ciencias, acompañado de su hijo Lucas (Javier Cidoucha), un niño con sueños premonitorios. Toni (Alejandro Casaseca) es el ex novio de María (Marta Torné) y padre biológico de Iván que vuelve a la vida de la limpiadora. Para sumirle un poco más en el desasosiego, Marcos (Martín Rivas) descubre que su madre está viva mientras que Jacinta (Amparo Baró) tendrá que enfrentarse a una acusación de asesinato. Por su parte, entre el atormentado Iván (Yon González) y Julia (Blanca Suárez) surgirá una peculiar historia de amor.
Tan peligrosa se está volviendo la vida el internado que los propios actores bromean con la continuidad de sus personajes. Este es el caso de Carolina, papel que interpreta Ana de Armas, que en esta temporada intentará reconquistar a Marcos pero se llevará una sorpresa: «Lo único que pido es que no me maten y que si lo hacen lo sea de una forma impactante». Los intérpretes van descubriendo las tramas a medida que les entregan los guiones y antes de recibirlos «nos inventamos historias rocambolescas pero nunca acertamos», asegura la actriz cubana.
Los responsables de Globomedia aseguran que la serie tiene un final claro «al que se llegará más rápido o más despacio» y prometen una quinta temporada porque «todavía tenemos mucho que contar», asegura Belloso.
Vía La Razón
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