ELENA FURIASE, CHICA DE CINE

Nieta de Lola Flores, hija de Lolita y sobrina de Rosario y Antonio Flores. Los genes tenían escrito desde el principio el destino de Elena Furiase. ¡Qué iba a ser si no artista! «Pero que conste que mis padres siempre me dieron mucha libertad para que hiciera lo que me gustara», cuenta la joven. «Mamas lo que te transmiten, lo que te dan, lo que tú ves. En esta familia, desde pequeñitos, te inculcan el veneno de la música, del baile… Así que tuve siempre muy claro qué es lo que quería hacer», se justifica.

Si tras su estreno como actriz en El internado (Antena 3), el éxito se le sube a la cabeza, allí están ellos, su padre y representante (Guillermo Furiase) junto con su madre, para hacerle aterrizar en la realidad. «Son mis mejores críticos, porque siempre me dirán la verdad. Bien para felicitarme, bien para advertirme de que he ganado unos kilitos de más o bien para ponerme en mi sitio si me ha dado un ataque de divismo». Que no parece el caso hablando con ella una vez que ha posado como si fuera Brooke Shields en El lago azul. «He visto la película unas ?5 veces, la primera fue en casa, con una amiga. Tendría unos 9 años y la entendí perfectamente. Me emocionó la evolución de la historia: cómo dos niños abandonan la inocencia, se enamoran, se enfadan, se vuelven adultos, tienen un hijo… Todo lo que cuentan es verdad. Yo he sido una niña, ahora soy adolescente, me he enamorado, me he desenamorado… Lo único, claro, es que no tengo intención por ahora de tener un hijo». Bueno, no ahora pero sí más adelante. «Y serán más de uno», añade. «Pero, insisto, no es lo que toca en estos momentos». Su prioridad para la vuelta del verano, además de seguir con la grabación de la serie de televisión, es otra: en septiembre debutará sobre las tablas de un teatro, será la protagonista de Olvida los tambores, escrita por Ana Diosdado. «¿Y si este póster termina colgado en la habitación de algún adolescente?», pregunta. «O en la pared de algún taller mecánico», añade su padre. Risas imposibles de contener.

Vía Magazine