OSCURO RETORNO

"Me parece que todos vamos a ir cayendo poco a poco…”, intuye Elena Furiase a la vista de los nuevos peligros que se ciernen sobre la pandilla de El internado. En la cuarta temporada, cualquiera es sospechoso de pertenecer a la organización que busca el tesoro escondido entre los muros del Laguna Negra, o de estar sediento de venganza por los crímenes y experimentos que tuvieron lugar allí en el pasado.

Nada es lo que parece
“Uno de los aciertos de la serie es que no está clara la frontera entre quién es bueno y quién es malo –apunta Martín Rivas–. A todos nos gustaría sacar el lado oscuro, aunque dudo que Marcos lo tenga”. El supuesto huérfano empezará a creer que su madre está viva, como el público ya sabe: “Mi hermana insiste en que la ha visto. Además, se me presenta una persona que tiene información de mis padres y yo decido confiar en ella”.

El personaje de Yon González también indaga en la identidad de sus progenitores, aunque estará aturdido por su conflicto sentimental: “Iván vivirá un complicado triángulo amoroso”. La hija de Lolita añade: “Y Vicky seguirá frustrada porque él no la hace caso”. Carol (Ana de Armas) no formará parte de este trío y volverá a su objetivo inicial: “Trataré de recuperar a Marcos aprovechando que la profesora Amelia (Marta Hazas) no está, pero a él le cuesta”.

Marcos rechazará tanto el cariño de Carol como la protección de su tutor, Héctor (Luis Merlo). El ex director seguirá buscando pistas que le lleven hacia su hermana, que sigue secuestrada y es la madre de sus pupilos. También se escandalizará cuando su ex, Elsa (Natalia Millán), decida quedarse con el bebé que halla Jacinta (Amparo Baró) en la orilla de un río. Y eso que desconoce que es su tercer sobrino.

Las laberínticas tramas confunden hasta a los cuatro ídolos juveniles. Quizá por eso, todos apuestan por otros géneros en su prometedoras carreras. Ana y Yon han rodado juntos la comedia Mentiras y gordas, y ya tienen nuevos proyectos. Ella aspira a protagonizar Luna caliente, un thriller que prepara Vicente Aranda.

Él, que ansía hacer teatro –“quiero dejar boquiabiertos a los que piensan que los de la tele no podemos subirnos a un escenario”, dice–, rodará este verano El sexo de los ángeles, título del que se ha caído su amigo Martín. “No hay piques, Yon tiene un papel diferente del que iba a hacer yo”, explica el joven. Como chico responsable, el gallego está centrado en el último curso de la carrera de Audiovisuales y ni siquiera fantasea con la posible candidatura al Oscar de Los girasoles ciegos, su primera película. “Las entradas al Kodak Theatre de Los Ángeles son tan limitadas que veo imposible estar allí”.

Elena Furiase, ya recuperada de su accidente de coche –“me llevé un buen susto”, confiesa– ha vuelto al teatro con la obra Olvida los tambores después de hacer la película El libro de las aguas, junto a Álex González.

Vía Teleprograma.tv